La asertividad es una habilidad social que consiste en conocer los propios derechos y defenderlos de forma eficaz respetando a los demás.

Existen una serie de derechos básicos o Derechos asertivos, para defenderlos de una forma firme y respetuosa al mismo tiempo existen una serie de técnicas asertivas:

Disco rallado:
Repetición continua y serena de nuestros deseos. Demuestra nuestra perseverancia y evita que tengamos que ensayar otros argumentos o dar muestras de ira para conseguir lo que queremos.
Banco de niebla:
Aceptación de las críticas dando opción a que parte de los argumentos puedan ser ciertos pero sin que los demos válidos en su totalidad por el hecho de venir desde fuera. “si dicen que lo hice mal es que lo hice mal” “si dicen que lo hice mal, puede que tengan razón en parte escucharé sus razones para ver si estoy de acuerdo o no”.
Aserción negativa:
Nos enseña a reconocer y aceptar nuestros errores a través del reconocimiento de las posibles críticas sin excusarnos por nuestro error.
Interrogación negativa:
A través de la pregunta favorecemos la reflexión de nuestro interlocutor para obtener la información que nos resulta útil o descartarla si no es útil o intenta manipularnos. Al mostrarnos asertivos disminuye la probabilidad de los intentos manipulativos del contrario.
Autorrevelación:
Aceptar o iniciar una discusión sobre aspectos positivos y negativos sobre nosotros.
Compromiso viable:
Es aquél compromiso con otra persona que permita respetar nuestros valores y dignidad hacia nosotros mismos.