El atracón de comida normalmente es un medio de control de la ansiedad. En un momento de nuestra vida aprendimos a que nos calmaba comer y nos veía bien y es lo que utilizamos para bajar la ansiedad. El problema (además de no tratar la causa de la ansiedad) es que a menudo conlleva autocrítica por los efectos secundarios que conlleva (subida de peso y el sentimiento de descontrol).
Por ello es importante:
- Identificar la/s fuentes de ansiedad para intentar combatirlas.
- Realizar técnicas de relajación así como otras estrategias que nos ayuden a disminuir la ansiedad sin necesidad de comer.
- Conocer que en sí la comida no resuelve la ansiedad y que a largo plazo hace que nos encontremos peor. Es importante la idea de evitar la tentación de vomitar puesto que muchas veces pensamos que por una vez no va a pasar nada pero luego se puede convertir en un hábito. Es importante que asumamos las consecuencias negativas del atracón (engordar) como motivación para el cambio.
- Si sabemos que sobre una hora tenemos el hábito de atracarnos vamos a programarnos alguna actividad que sea contraria…por ejemplo salir a sacar al perro, ir a clases de pintura, deporte… Esto nos ayudará a romper el hábito dado que muchas veces el cuerpo nos engaña y nos dice que tenemos hambre pero es por el hábito que ha cogido de comer a esa hora (cuando en realidad no tiene necesidad de mayor aporte calórico).