La función de la tristeza es el ahorro de energía y favorecer que las personas de nuestro entorno se den cuenta que estamos mal para podernos ayudar. La tristeza surge cuando hemos invertido mucho esfuerzo e ilusiones en un proyecto (trabajo, estudios) o plan (como una pareja, un amigo) y no hemos obtenido lo que queríamos. Esa falta de ganas y energía de hacer cosas es lo que llamamos apatía.

Pero ¿qué pasa si dejamos de hacer todo lo que hacíamos y nos dejamos llevar por la apatía?

Las actividades gratificantes sirven para subir nuestro estado de ánimo, cuando las dejamos de realizar por falta de fuerza o ganas fomenta que cada vez haya menos estímulos que nos suban el estado de ánimo y por tanto nos hundimos más.

¿Cómo salir de este bucle?

Desde fuera es fácil decir que tienes que hacer cosas, pero cuando no puedes ni con tu alma no se ve tan sencillo. Sí es importante ir poniéndonos pequeñas metas y actividades que podamos realizar desde nuestro estado de ánimo y fuerzas para ir saliendo poco a poco y mejorando.

Pasos para salir del bucle:

• Definir nuestro objetivo: "Mejorar para poder volver a estar como antes".
• Búsqueda de frases que nos recuerden nuestro objetivo y nos den fuerzas: "Tú puedes, poco a poco saldremos de aquí" El objetivo es que cuando nos encontremos mal y le pidamos esfuerzos al cuerpo le recordemos cuál es nuestro objetivo.
• Horarios: Nos pondremos distintas actividades, que no generen demasiado esfuerzo, para hacer en el día y para coger hábitos. Vamos a establecer una hora para levantarnos, desayunar y hacer distintas tareas (como estudio, lectura, comida, limpieza).
• Búsqueda de actividades gratificantes: Buscaremos distintas actividades acorde a nuestro ánimo que nos estimulen, series, manualidades, libros, un curso de algo que nos guste.
• Lista de premios: Vamos a buscar distintos premios para disfrutarlos si conseguimos el horario propuesto. Ejemplos son: comer chocolate, ver una película que nos gusta, tomar un baño...