El objetivo de este artículo es que por un momento pienses y te centres en ti. ¡Para un segundo! Dedica unos minutos a escuchar qué te gustaría hacer o tener. ¿Qué sorpresa o regalo te darías si fueras tu mejor amigo/a? ¡Qué importante es cuidarnos, mimarnos y dedicarnos tiempo! Por desgracia en un mundo contrarreloj, de la primera persona de la que solemos recortar el tiempo es de nosotros mismos. De hecho, en algunas personas el poco tiempo que nos dedicamos es para exigirnos o para reprocharnos “no soy suficientemente bueno”, “no me gusto”. El tiempo que dedicarnos a mimarnos, animarnos o a halagarnos puede que lo consideremos una pérdida de tiempo. Si esos actos fueran una pérdida de tiempo… ¿por qué lo hacemos para otras personas, pero no para nosotros? En muchos casos estamos tan liados que podríamos decir…. no tengo tiempo para esto… pero ¿sí lo tenemos para hacer favores a otras personas? Si eres de los que te puedes sentirte culpable o egoísta de ese “capricho”, recuerda el tiempo y dinero que no dudamos invertir en hacer regalos a otras personas o estar con ellas.
¿Cuantas veces estamos pensando en lo que necesitan los demás? Nos preocupa qué les puede sentar mal y acabamos haciendo cosas que, aunque a nosotros no nos gusten, le gusten a la otra persona para que esté bien o se sienta a gusto. Lo vemos también en personas con poca asertividad que no son capaces de decir que no a otras personas aunque vaya en contra de lo que a ellos les interesa.
¿Qué habría de malo en escucharnos y consentirnos, un tiempo para nosotros, un hobby, un espacio de relax o algo que nos entusiasme?
El hecho de que nos cuidemos a nosotros ni siquiera tiene por qué ir asociado a un gasto, puede ser una tarde/horas de lectura, un paseo, una tarde de disfrutar con la gente que nos apetezca por nosotros mismos o de ver una película con palomitas. Es importante conectar con nosotros, saber qué es lo que nos gusta y podernos dedicar estos tiempos para concedernos lo que queremos.