La hipocondria se caracteriza por el miedo o preocupación excesiva a padecer una enfermedad grave, lo que lleva a un contínuo y a veces obsesivo análisis de las funciones vitales viendo en cualquier síntoma un indicio de enfermedad.

Explicación:

Como antecedente de la hipocondría suele existir una experiencia en la que se ha padecido o visto padecer a un ser querido o amigo una enfermedad grave. También es habitual en familias donde los padres ya tienen esta preocupación por la enfermedad que se va transmitiendo generación tras generación. Se aprende que el tener una enfermedad es muy grave y trae consecuencias muy peligrosas, por ello se intensifican la atención a los síntomas y todas las medidas de prevención.

 Esta preocupación constante por la enfermedad y la atención a los síntomas hace que aumente nuestra percepción ante cualquier pequeño cambio en nuestro cuerpo y cuando lo notamos aumenta nuestra ansiedad y la creencia de que tenemos una enfermedad. Debemos tener en cuenta que constantemente nuestro cuerpo está percibiendo y enviando señales al cerebro de nuestra posición en el espacio, molestias, diferentes sonidos, olores, imágenes, tasa respiratoria y cardíaca... Seguro que hasta que no leas esto no estabas siendo consciente del contacto sobre la silla o de las manos sobre el teclado, tu frecuencias respiratoria y cardíaca... Cuando nos centramos en una zona del cuerpo concreta somos más conscientes de toda la información que esa zona manda al cerebro, de la cual no lo seríamos salvo que lleguen a una intensidad que el cuerpo considere importante (por ejemplo un dolor, el calor si quema...)

Ejemplo:

Creemos tener un tumor cerebral. El miedo generado hace que constantemente estemos pendientes de todos los síntomas de nuestra cabeza, dolores, sensaciones, concentración... Al menor cambio en nuestro cuerpo lo vamos a notar y con ello confirma que realmente tenemos una enfermedad que los médicos no son capaces de diagnosticar a pesar de las pruebas realizadas. La ansiedad asociada a este miedo hace que estemos aún más pendientes de los posibles síntomas y con ello que los percibamos con mayor frecuencia.