A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a situaciones de distinta gravedad.
El diagnóstico de estrés postraumático se utiliza para aquellas situaciones de alta intensidad de impacto como pueden ser situaciones en las que se haya puesto en riesgo nuestra vida o la de un conocido. Ejemplos de estas situaciones son fallecimientos y procesos de duelo (suicidios o cualquier tipo de duelo), catástrofes, abusos y violaciones, accidentes de tráfico graves...
No obstante, no vamos a olvidar las situaciones que aunque no parecen tan graves tienen consecuencias negativas para nosotros de distinta intensidad. Ejemplos de estas situaciones son: Ruptura de pareja, haber sido humillados en el colegio o discriminados, una frustración en el trabajo...
Uno de los modelos psicológicos que más eficacia ha demostrado para el tratamiento de este tipo de experiencias es EMDR. Ayuda al reprocesamiento de la situación traumática para que disminuyan las emociones negativas que nos genera.