La desesperanza es común en muchas patologías, entre ellas, en los episodios depresivos.
En ocasiones podemos sentirnos tan tristes y vacíos que pensamos que no hay niguna salida, que no hay esperanza y que nuestros problemas no tienen solución.
Solo queremos dejar de sufrir y cada vez aparece como más válida la idea de desaparecer. Cuando nos encontramos así tenemos pensamientos negativos hacia nosotros, el mundo y nuestro futuro y muy pocas fuerzas para cambiarlos o salir de la situación.
Sin embargo, merece la pena agotar todas las alternativas antes de tomar una que sea tan drástica y definitiva. No tienes por qué buscar las alternativas solo/a, pide ayuda para avanzar.
Si conoces a alguien que esté en esta situación es importante que le ayudes a pedir ayuda a un profesional, si ves que la desesperanza no disminuye.